Los campos eléctricos, magnéticos y electromagnéticos están por todas partes. También alrededor de los armarios de distribución y las carcasas de dispositivos.
Este entorno electromagnético puede convertirse en un factor de perturbación para los sistemas técnicos. Además, los propios dispositivos pueden generar campos electromagnéticos durante el funcionamiento, lo que también puede provocar interferencias o incluso destrozos en las proximidades.